lunes, 13 de mayo de 2013

Cambia de escenario.

Las chicas son diferentes a nosotros. Da igual que les guste mucho el sexo, que estén liberadas o que vayan de modernas. El 90% de las tías necesita un leve contacto - a veces incluso más - antes de llevarse un tío a la cama. Incluso las que se vanaglorian de llevar la iniciativa, llegan a un punto en el que aflojan y dejan la pelota en manos del chico.

Nuestro caso es un poco diferente, nosotros vemos algo bello y queremos estar dentro. No necesitamos que hable, ni que piense, ni que sea de fiar. Da igual que se llame Pepita o Juanita, que tenga 22 o 33 o que estemos en la estación espacial internacional. Es tan simple como esto: si es bonita, haremos todo lo posible por satisfacer el instinto que trae prosperidad a la especie.

Cuando tienes una cita con una chica que te gusta, sabes desde el segundo uno que quieres acostarte con ella. Es una cuestión biológica, no es algo que podamos elegir. A las mujeres les ocurre algo diferente. Quieren sexo, y desde luego les encanta pasárselo bien, pero tienen sus propias reglas. La primera de ellas es que no suelen planear las cosas con la determinación con la que las planeamos nosotros. Nosotros vemos una chica bonita y sabemos lo qué queremos y cómo lo queremos para que nos guste. Ellas no, ellas necesitan que sucedan cosas. No se trata de que un chico sea guapo, necesitan una llamada interior. Cuando confluyen una serie de momentos y situaciones, con la suficiente intimidad, picardía, sonrisas, complicidad etc etc. sucede.
Es repentino y lo tienen claro. Te quieren en su cama.

que quieren las chicas no lo saben que quieren



El macho quiere sexo ya, la hembra suele manifestar que también, pero siempre que "surja" (es decir, en nuestro idioma quiere sexo "luego" y no siempre). Lo definiría así, para que se entienda:

Pensamiento prototípico de un chico: ¿Quién es ésta? ¡Qué bella es! Me gusta ¿Cómo será desnuda? -> Quiero acostarme con ella.

Pensamiento prototípico de una hembra: ¿Quién es éste? -> Dos besos -> Bueno, no está mal -> Habla bien -> Me hace gracia cómo se mueve -> Me está mirando mucho ¿no? -> Sí, puede que sea atractivo -> Me gustaría saber sus gustos... -> Vaya, si en el fondo somos más parecidos de lo que pensaba -> Me toca el brazo, no me disgusta. ¿Significa eso que me gusta este tío? -> No, no puede gustarme este tío. Apenas lo conozco ---> jjaajaj qué gracioso, tiene algo ---> Pues sí, sí que me gusta este hombre -> además parece de fiar -> Qué bien me lo paso -> Esto es sexy -> Definitivamente, este hombre me pone -> Quiero acostarme con él.


¿Qué podemos hacer para acortar los tiempos? Este consejo que os daré a continuación está basado en mi propia experiencia, y no sé por qué sucede. Puedo aventurar teorías, pero no tengo una explicación científica. Lo único que puedo garantizar es que funciona.

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