martes, 23 de abril de 2013

Catfish: Un misterio en la red.

Desde que éramos pequeños nos han intentado vender que hay alguien especial ahí fuera, esperándonos; una persona que vive para completarnos y que algún día se cruzará en nuestro camino. La cultura contemporánea - en forma de libros, películas e incluso enseñanzas directas de nuestros más allegados - nos ha inculcado la búsqueda del amor como un ideal de vida: encuentra una chica, emparéjate y sé feliz, como si todo fuera parte de la misma cadena de montaje, como si la felicidad fuera el epílogo natural de todas las historias románticas.

Últimamente me llegan muchos correos de gente con pánico a quedarse sola: La chica no está mal, parece buena persona pero no creo que sea la mujer de mi vida. Tengo ya 31, ¿qué hago?

Desde hace unos días les recomiendo ver Catfish. Hace unas semanas me pasaron este pedazo de documental sobre las mentiras que te puedes llegar a encontrar a la hora de ligar por internet. Reconozco que lo abrí esperando ver las fechorías de una mente retorcida, y sin embargo, terminé encontrando una tragedia, la tragedia de alguien que antepuso el hecho de emparejarse a su propia felicidad.

Catfish: Un Misterio en la Red (subtitulado)


Conformarse o no, esa es la cuestión. Obviando a los pocos afortunados que encuentran algo parecido a lo que buscan, este dilema se le presenta a casi todo el mundo alguna vez en la vida, y aunque resulte paradójico, creo que son los más románticos e idealistas los que terminan quedándose solos.

Mientras tanto, el mundo sigue girando, las películas donde los protas se dicen te quiero en un campo de girasoles en días que siempre son azules se siguen haciendo, y una nueva generación ávida de encontrar a su media naranja emerge, dispuesta a aprender que las cosas no son exactamente como se las habían contado.


Por lo demás, están siendo días intensos para el autor de este blog. Muchos compromisos que no tienen pinta de terminar hasta dentro de un par de meses me han obligado a estar bastante aislado de internet. Sé que tengo un montón de correos y comentarios sin responder, y pido disculpas por ello, a ver si esta tarde me pongo al día.

¡Nos leemos!

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